viernes, 21 de marzo de 2014

LA TXARLIBODA (CAPÍTULO 2) MIEDO EN EL CLAN DE LOS TXARLINES

Txarli Prieto, jefe del Clan de los Txarlines.
Las recientes elecciones primarias en la Comunidad Valenciana han hecho temblar a Txarli Prieto. Por primera vez, el PSOE convocó unos comicios internos abiertos en los que los simpatizantes del partido tuvieron derecho a elegir a su líder. Ximo Puig optará a la presidencia de la Generalitat. 50.000 simpatizantes de los socialistas valencianos pudieron votar junto a los 16.000 militantes del PSPV-PSOE.
Txarli Prieto, el capo di tutti capi del socialismo alavés, lleva años preparándose para el día en que sus afiliados también le monten unas primarias. O empieza a reclutar guardaespaldas y peluqueras como hizo en su último congreso para que le cuadrasen las cuentas de la victoria o la "Txarliboda" de Txarli Prieto está servida. Los renovadores que fueron derrotados hace un año por el Clan de los Txarlines se hartaron de reír cuando supieron que aquellos militantes de última hora captados en los gremios de la Seguridad Privada y las Peluquerías ni siquiera sabían donde estaban "las oficinas del partido". A eso se le puede llamar "afiliados pret a porter". Con esas maniobras sucias y otras peores, Txarli Prieto se consagró como Obispo del PSE Congreso de la Vergüenza.
en el
     Las formas de actuar de Txarli Prieto se parecen a las de Cosa Nostra. Tiene sus brazos derechos (Cristina González y Mikel Unzalu), sus escuderos (Víctor García Hidalgo, Juan Carlos Balbás Nuñez o Dalmacio Martín), sus sirvientes (Virgilio Bermejo, los Calurano) y una cuadrilla de estómagos agradecidos (Javier Lasarte, Jesús López Ubierna, Patxi Lazcoz). Y luego está el coro de familiares de los anteriores. Una tupida tela de araña que neutraliza a los rivales políticos que osan enfrentarse al aparato del partido.
    Como todo buen Padrino, Txarli tiene sus "bandas enemigas", que se han unido dentro del llamado Sector Renovador. Éstos, a su vez, incluyen otras familias de todo tipo y pelaje, unidas por su enemistad contra el "capo". Txarli Prieto les quiere echar porque le sobran. Los socialistas alaveses atraviesan una época de vacas flacas y no hay pesebres para todos.-
    El Padrino Prieto recoge datos de los movimientos de la "banda enemiga" para contar con información suficiente como para expulsarlos. Ya lo intentó cuando presentó un dossier a Patxi López, pero Patxi le dijo que no era el momento oportuno ni la manera adecuada. Erre que erre, Txarli sigue engrosando el informe con las actividades de los rebeldes y los nombres de los cabecillas a los que hay que descabezar.No le faltan sus espías, infiltrados y correveidiles. Sabe que si los expulsa, será imposible que se suban al Tiovivo de Javier Rojo.







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