Isaías Carrasco. Asesinado por ETA. El bocadillo que un periodista nunca solía comer. Somos animales de costumbres. Una de las mías, trabajando, consiste en comer a las tres. Aquel 7 de marzo de 2008, sin venir a cuento, me comí un bocata vegetal con mayonesa a eso de la una del mediodía, mientras remataba una información sobre 5 concejales repartiéndose una Declaración Institucional en vísperas del 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer. Parecían hienas destripando un pastel de palabras. "Tú tienes tantos votos, te corresponde recitar estas líneas cual rapsoda de la igualdad; tú apenas tienes un edil, confórmate con salir en la foto." El plano que nadie sacó. Pocos minutos después de la una y media del mediodía, recibí en Vitoria una llamada telefónica de la Jefatura de Informativos. "Hay que ir a Mondragón ya, ha habido un tiroteo". Apenas había una línea y media en el teletipo de Europa Press. A bordo de un taxi, a 140 por hora, la radio iba desgran