Y Euskadi votó. Y casi todos tuvieron papeletas en los colegios electorales. Democrazia 3 Millones no son tantos como creían. D3M logró 97.000 papeletas nulas, no 101.000. Hay que descontar las 4.000 nulas que no son de ellos. El elector todavía tiene derecho a votar mal y esos apoyos hay que descontarlos, Otegi. Sois 97.000, no 3 millones. Reconozco que tiene mérito tirar a la papelera 97.000 votos en Euskadi cuando podrían servir para una buena causa. De momento, en el Parlamento Vasco no habrá matones, ni secuaces de los matones, ni políticos que miran a la lluvia cuando asesinan a un vecino. !Qué injusticia! !No les dejamos votar! !Ilegalizamos ideas! Somos más malos que los Hermanos Malasombra. Ignacio Uría o Isaías Carrasco tampoco pueden votar. Los 1000 asesinados por ETA carecen ahora de opinión, pero la tenían. Los 200.000 vascos de la Otra Diáspora que decidieron buscar una Tierra Pacífica en las últimas décadas ya no juegan sus cartas sobre el tapete de la ikurriña. D3M tampoco. Para jugar al mus hay que respetar las reglas. Cargarse de un tiro al contrario cuando parece que tiene tres reyes y un as está muy mal, Arnaldo. En Euskal Hiria, casi nadie quiere jugar a las cartas con vosotros. Un consejo: reuniros en ese Parlamento de Papel que montásteis los concejales y alcaldes que aún os quedan. Juntaros con vuestros amigos de Navarra y el País Vasco Francés. Si seguís mirando hacia otro lado cuando ETA vuelva a asesinar, en una década os sobrará un frontón de 9 números para reuniros todos en alegre biribilketa. !Gora Euskadi Libre de Violencia!
En la tarde del sábado 12 de Julio de 1997 no pude llegar en bicicleta al puerto de Zaldiaran. Me enteré por la radio que habían asesinado a Miguel Ángel Blanco. Me di la vuelta y fui a la sede de RNE en Vitoria para ayudar a los periodistas que estaban de guardia en Euskadi para cubrir lo que pudiera ocurrir después de que se cumpliera el plazo de 48 horas que dio ETA para asesinar al concejal del PP si no se acercaba a Euskadi a los presos de ETA. Fue uno de los asesinatos fruto de la estrategia etarra de "socialización del sufrimiento" avalada por uno de los jerifaltes de Herri Batasuna, Rufi Etxeberria, que hasta el año pasado fue dirigente de Sortu. Tras aquel vil secuestro, las calles de Euskadi dejaron de ser dominadas por ETA y su entorno político. Nadie recuerda en Bilbao una manifestación mayor que la que había pedido la liberación de Miguel Angel Blanco horas antes de su asesinato: concentró a más de medio millón de personas. Fuimos muchos los que descubrimos que l
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