En Mayo de 2015, Euskizofrenia sufrió por primera vez el llamado Síndrome Político Bipolar (SPB). Lo bautizó así el recién nombrado presidente de las Juntas Generales de Gipuzkoa, el siquiatra de Hernani Zigor Haundia, militante de Sortu. Bajo este nuevo sello relegalizado por el Tribunal Constitucional, la Izquierda Radical Abertzale volvió a arrasar en San Sebastián y en el conjunto de Gipuzkoa. En Bizkaia triunfó el PNV, pero en el Ayuntamiento de Bilbao también se impusieron los de Sortu tras el procesamiento de Iñaki Azkunaga, anterior alcalde del PNV. Se descubrió un oscuro asunto de corrupción política en relación con el nuevo estadio del Athletic. En Álava, el PP arrasó tras el hundimiento socialista a raiz de los nuevos escándalos descubiertos en todos los ayuntamientos e instituciones en las que había gobernado. El Lehendakari Juanjo Agirrezabala, sustituto de Patxi López tras las elecciones autonómicas de 2013, se estaba dedicando a limpiar de basura la política vasca.
Según el Doctor Haundia, el Síndrome Político Bipolar se definía “por la radicalización del electorado ante la ausencia de violencia por los dos lados”. El deslizamiento del voto socialista al PP fue brutal. Lo mismo empezaba a pasar con el PNV. “El Síndrome Político Bipolar –sostenía Haundia- se caracteriza por la capacidad de los dos principales partidos (Sortu y PP) de sujetar con firmeza el mástil de su bandera. Nadie puede dudarlo: nosotros somos la vanguardia del independentismo vasco. Al PP heredero de Franco siempre se le ha dado bien llevar la rojigualda en la trinchera española. Y les vamos a echar la paja meada…”
Con el contador de asesinatos políticos paralizado en 857 de ETA frente a 27 de la guerra sucia del Estado, todo se decidía en las urnas. Y el voto popular atrincheró al electorado español en Álava en torno al PP mientras que el fortín de Sortu era Gipuzkoa. Bizkaia registraba un curioso empate entre ambos polos.
Una nueva corriente musical se impuso con fuerza entre las juventudes de Sortu: el Rock Bipolar Vasco. Mientras, el PP seguía apostando por el Pijopop de Pignoise. La Euskadi Tropical de los años 80 estaba enterrada en el baúl de los recuerdos. Ahora se hablaba en las calles de la Euskizofrenia Polar.
(CONTINUARÁ…)
Según el Doctor Haundia, el Síndrome Político Bipolar se definía “por la radicalización del electorado ante la ausencia de violencia por los dos lados”. El deslizamiento del voto socialista al PP fue brutal. Lo mismo empezaba a pasar con el PNV. “El Síndrome Político Bipolar –sostenía Haundia- se caracteriza por la capacidad de los dos principales partidos (Sortu y PP) de sujetar con firmeza el mástil de su bandera. Nadie puede dudarlo: nosotros somos la vanguardia del independentismo vasco. Al PP heredero de Franco siempre se le ha dado bien llevar la rojigualda en la trinchera española. Y les vamos a echar la paja meada…”
Con el contador de asesinatos políticos paralizado en 857 de ETA frente a 27 de la guerra sucia del Estado, todo se decidía en las urnas. Y el voto popular atrincheró al electorado español en Álava en torno al PP mientras que el fortín de Sortu era Gipuzkoa. Bizkaia registraba un curioso empate entre ambos polos.
Una nueva corriente musical se impuso con fuerza entre las juventudes de Sortu: el Rock Bipolar Vasco. Mientras, el PP seguía apostando por el Pijopop de Pignoise. La Euskadi Tropical de los años 80 estaba enterrada en el baúl de los recuerdos. Ahora se hablaba en las calles de la Euskizofrenia Polar.
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