
Según el Doctor Haundia, el Síndrome Político Bipolar se definía “por la radicalización del electorado ante la ausencia de violencia por los dos lados”. El deslizamiento del voto socialista al PP fue brutal. Lo mismo empezaba a pasar con el PNV. “El Síndrome Político Bipolar –sostenía Haundia- se caracteriza por la capacidad de los dos principales partidos (Sortu y PP) de sujetar con firmeza el mástil de su bandera. Nadie puede dudarlo: nosotros somos la vanguardia del independentismo vasco. Al PP heredero de Franco siempre se le ha dado bien llevar la rojigualda en la trinchera española. Y les vamos a echar la paja meada…”
Con el contador de asesinatos políticos paralizado en 857 de ETA frente a 27 de la guerra sucia del Estado, todo se decidía en las urnas. Y el voto popular atrincheró al electorado español en Álava en torno al PP mientras que el fortín de Sortu era Gipuzkoa. Bizkaia registraba un curioso empate entre ambos polos.
Una nueva corriente musical se impuso con fuerza entre las juventudes de Sortu: el Rock Bipolar Vasco. Mientras, el PP seguía apostando por el Pijopop de Pignoise. La Euskadi Tropical de los años 80 estaba enterrada en el baúl de los recuerdos. Ahora se hablaba en las calles de la Euskizofrenia Polar.
(CONTINUARÁ…)
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