Hay palabras que ofenden. Si a un político que gobierna le dices que realiza “recortes” en Educación, Sanidad o Servicios Sociales, puede pedir que te recorten la talla rebanándote la cabeza. Cuando Patxi López se convirtió en Lehendakari en 2009 gracias a la Ley de Partidos, puso de moda una frase muy original: “peinar los presupuestos”. El portugalujo se rodeó de consejeros-peluqueros que se dedicaron a buscar partidas de gasto en sus departamentos a las que meter la tijera.
Cuando, hace 10 días, la consejera vasca de Educación, Isabel Celáa, presentó el curso 2011-2012 en Bergara, utilicé la palabra “recorte” al referirme a la rebaja de dinero destinado a la enseñanza de los estudiantes vascos no universitarios. Se enfadó bastante conmigo, rebatió mis cifras y acabó llamando “decremento” a lo que yo definía como recorte. Según sus datos, dicho “decremento” era aproximadamente de un 1 por ciento.En aquella misma rueda de prensa, doña Isabel dijo que en la educación pública vasca no había habido recortes ni los iba a haber en el futuro. Para que quedase claro, se comparó con Esperanza Aguirre, quien ha logrado aumentar en la Comunidad de Madrid la lista del paro con su decisión de aumentar de 18 a 20 el número de horas lectivas de sus profesores. Los interinos, a la calle…
El debate continua. El Correo, periódico hegemónico en Euskizofrenia, ha acogido en sus páginas de opinión los dimes y diretes sobre el tema firmados por José María Ruiz Soroa ("Si yo fuera madrileña"), la propia Isabel Celáa ("Siendo yo vasca") y Antonio Basagoiti ("Si yo fuera consejera de Educación"). ¡Cómo se ponen algunos cuando les pisas el juanete de los recortes!
Gobernar es, sobre todo, tomar decisiones sobre cómo gastar el dinero público. Y cuando se habla de esos presupuestos que engordamos todos con los impuestos que pagamos, sólo hace falta aplicar las matemáticas que nos enseñaron en la escuela. 350.000 alumnos llevan casi una semana dando clases en nuestros colegios, 9.000 más que el año pasado. Si en los presupuestos del Gobierno Vasco correspondientes a 2012 no aumenta el dinero destinado a Educación en esa misma proporción, algunos periodistas nos veremos obligados a volver a mencionar la maldita palabra: ¡RECORTE!
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