La clase política está echada a perder. Nos representan unas personas que, en su mayoría sólo acreditan un amor desmedido a una poltrona y una falta de preparación escalofriante. ¿Vocación de Servicio Público? Sí, eso lo dicen a todas horas. Basta con afiliarse de joven a las juventudes de un partido y esperar que a uno le acabe cayendo en suerte un acta de concejal o diputado.
Garbiñe Sáez Molinuevo se convirtió el pasado jueves en la portavoz del PNV en una rueda de prensa en la que le tocó arremeter desde el Parlamento Vasco contra la nueva Ley de Garantía de Ingresos pactada entre socialistas y populares. Garbiñe es licenciada en Derecho por Deusto, pero no domina aún la ortografía ni la geometría. Es capaz de “revelarse” con V contra la manipulación y critica con vehemencia a quienes dan “un giro de 360 grados” en su discurso. Para explicar los argumentos del PNV contra el endurecimiento de los requisitos para acceder a ayudas sociales, Garbiñe se dedicó a leer un texto en el que aseguraba que la consejera Zabaleta no defendía las mismas ideas en la oposición que en el Gobierno Vasco y que había dado ese “giro de 360 grados”. En pocos minutos acabó la lectura de sus folios y los periodistas intentamos obtener algún testimonio sin errores que llevarnos a nuestras redacciones. Fue entonces cuando Garbiñe se enfadó. No se sabía la lección y no supo improvisar nada coherente. Eso sí, nos acusó a todos los periodistas de no haber entendido nada.
Garbiñe Sáez Molinuelo es la peor representante que cualquier partido pueda tener en Asuntos Sociales. Lo demostró hace dos años, al ganar en un sorteo una vivienda de protección oficial valorada en 130.000 euros cuando cobraba 67.000 euros como parlamentaria del PNV. Garbiñe Sáez llegó a la Cámara de Vitoria en 2007. Ocupaba ya su escaño desde hacía un año y medio cuando en febrero de 2009 se inscribió en un sorteo de pisos protegidos en Amurrio (Álava). Tuvo suerte y le tocó. “Me pidieron la declaración de la Renta y de Patrimonio correspondiente al ejercicio 2007. Este año mis ingresos estuvieron por debajo de 35.000 euros y cumplía los requisitos”. Garbiñe Sáez no se mostró dispuesta a renunciar voluntariamente a la vivienda de protección oficial. Se justificó así: “ahora van a volver a pedirme la documentación y si no cumplo los requisitos, el piso no será para mí. Si me dicen que entro, bien. Si no, no me lo darán. Está todo correcto y es legal”.
Garbiñe Sáez Molinuevo llegará lejos. Ya está llegando…
Comentarios
La de enjuagues y pufos que deben conocer Azkuna, Areso y compañía.
Afortunadamente debe de haber un porcentaje mínimo de políticos con vocación por querer ayudar a la gente y no estar con los que manejan números con tantos ceros a la derecha y les parece indigno no ir en coche oficial como mínimo un A8.
Y en las generales a votar al partido ganador ¿eh? Mayoría absoluta.
Ahí dejo unos enlaces de lo más soso.
http://votappsoe.es
http://www.soydelbierzo.com/2011/05/17/carta-abierta-a-los-votantes-de-cualquier-partido
http://dfc-economiahistoria.blogspot.com/2011/08/aves-aeropuertos-autopistas-y-tranvias.html