Sala de Prensa del Parlamento Vasco sin periodistas. |
nuestro juicio, era una asunción por parte del Ejecutivo de funciones que no le correspondían, una forma de competencia desleal oculta bajo la coartada de la transparencia. No parece muy ético que una administración pública se dedique a la distribución de contenidos informativos ya elaborados (en cualquie soporte). Un Gobierno debe gobernar y generar noticias. Para seleccionar, redactar, fotografiar, montar, editar, y publicarlas, están los medios de comunicación. Impedir que los periodistas accedan directamente a la información para que al final sea el Gobierno quien la elabore no tiene nada que ver con la transparencia, está mucho más cerca del control y de la manipulación. Transparencia es conceder una entrevista cuando la solicita un periodista –aunque no sea cuando le conviene al entrevistado–, y contestar a todas sus preguntas, por incómodas que sean. Transparencia es permitir el trabajo de los fotógrafos en los eventos organizados por las administraciones, sin más restricciones que las que marque el propio desarrollo del acto, aún corriendo el riesgo de que el resultado de ese trabajo no le guste al organizador. Transparencia no es que los bomberos (o la policía, o los sanitarios) faciliten imágenes de la catástrofe, sino que las cámaras puedan acceder a ella para hacer su trabajo.Transparencia no es que Lehendakaritza regale las fotos de los viajes oficiales, sino que, al igual que ocurre con los periodistas, los fotoperiodistas puedan cubrir el desarrollo del viaje. Transparencia es que los informadores puedan realizar su trabajo en intervenciones policiales sin que se limite sus movimientos más que al resto de los ciudadanos, sin verse amenazados, golpeados o detenidos por agentes que no exhiben sus números profesionales como les marca la Ley. Transparencia no es poner a disposición de cualquiera los fondos fotográficos de la Administración, permitiendo el uso para fines lucrativos y comerciales en régimen de 'gratis total'. Fondos fotográficos levantados con dinero público que bajo la excusa de facilitar el trabajo de asociaciones no lucrativas, de 'blogueros' y similares, acaban en publicidad comercial de agencias de viajes para la promoción del turismo, por ejemplo, en Asturias.
Notas de prensa, cortes de radio, vídeos editados, fotos oficialistas aseguran el control informativo del Gobierno, ahorran dinero a las empresas periodísticas –y destruyen empleo en un sector duramente castigado por las circunstancias económicas–, pero no tienen nada que ver con la transparencia, ni con el concepto original de 'Open Government'. Es fácil importar un palabro para vaciarlo de contenido: quedarse sólo con la carcasa, y con ello justificar el control y la manipulación."
Comentarios