(Artículo escrito a petición de la Asociación de Empresarias y Directivas de Bizkaia ) La madre, con delantal. (Ed. Dalmau) Mi madre nació en 1932, mi hija en 1997. Entre ambas fechas, 65 años, toda una vida con derecho a jubilación... Todavía… ¿Qué ha pasado en medio? Que los tiempos están cambiando para las mujeres está claro, pero ¿han avanzado tanto las leyes como las conciencias de los hombres? Creo que no. Yo he mamado la discriminación desde que era un niño, formaba parte del clima social del franquismo. Sólo podían trabajar las solteras o las viudas. Hasta 1976, siguió en vigor la necesidad de que el marido autorizase el empleo de su esposa. Una mujer casada no podía ausentarse del hogar o viajar sola sin permiso de su hombre. Desde que contraían matrimonio, ellas no tenían derecho a administrar el dinero de la familia. Eran los varones y no las hembras quienes disfrutaban de la titularidad de la cuenta del banco. Varones… Hembras… ¡Cuánta carga de poder se depos