El 12J me tocó cubrir la votación de Amaia Martínez Grisaleña , la cabeza de lista de VOX por Álava. Dicen que es periodista, euskaldun y dependienta en la armería de su marido. Decían también que ese domingo llegaría a las 12 del mediodía al Centro Cívico Iparralde de Vitoria. Allí estuvimos esperándola los periodistas y reporteros que tuvimos la mala suerte de perder una hora y media de nuestras vidas hasta que la candidata finalmente llegó. De los numerosos apoderados, dirigentes y simpatizantes de VOX que había en el polideportivo habilitado como colegio electoral, nadie sabía si la Armera haría declaraciones, ni cuándo llegaría para votar. Nadie sabía nada, pero a alguno como al "guardaespaldas" Vibroso se le notaba más que contento de estar colonizando Euskadi con ese partido de ultraderecha que tiene como señas de identidad el machismo, la LGTBI+fobia, el racismo y la defensa de la Tauromaquia y la Caza. LA SANGRE NO LLEGÓ AL RÍO Los ánimos de algún reportero se cal