Yo estuve allí. El 16 de mayo de 2001 fui uno de los 5.000 alaveses que vieron en el WestfallenStadion de Dortmund la proeza de un equipo de fútbol que alcanzó la final de la Copa de la UEFA en su estreno en esa competición. Durante 4 días como enviado de TVE en Alemania me hinché a trabajar para reflejar la emoción de la parroquia albiazul que vivió aquel sueño de llegar a lo más alto del fútbol europeo. Aquella temporada yo debuté como periodista deportivo después de haberme negado a ser el mamporrero de Alfredo Urdaci en la información política que tan asquerosamente manipulaba a beneficio del PP aquel jefe de informativos de TVE. El Karma existe y premió mi buena acción permitiéndome llevar al Alavés a Dortmund y al Baskonia a Bolonia a otra final europea.
Jamás olvidaré a mi tocayo José Manuel Esnal "Mané" y su buena mano de entrenador para sacar oro de las piernas de jugadores como Javi Moreno, Karmona, Desio, Pablo, Contra o Jordi Cruyff. Yo le había visto 20 años antes en el banquillo del Valmaseda cuando el alcalde de mi Valle de Mena jugaba bajo sus órdenes. Mané se convirtió en el padre de una gran familia en la que los periodistas no éramos considerados enemigos peligrosos como ahora. 20 años después me he convertido en el único informador vetado por Alavés-Baskonia. Tengo prohibido el acceso a las instalaciones deportivas que pago con mis impuestos cuando en ellas esos dos clubes compiten, entrenan o dan ruedas de prensa. Y todo por criticar en este blog y en mi libro AGENTE DOBLE EN TRES FINAL FOUR las corruptelas, amenazas y conductas mafiosas de Álvaro Martínez Berrueta, el periodista que contrató Querejeta para intimidar a cualquier medio de comunicación que se atreviese a ser crítico con ambos clubes. Sin embargo, siempre recordaré con cariño aquella hazaña alavesista que me tocó cubrir profesionalmente.
Nunca olvidaré los gloriosos partidos jugados en Noruega (Rosenborg 1, Alavés 3) e Italia (Inter de Milán 0. Alavés 2). A la semifinal en Alemania contra el Kaiserlautern que ganamos con un resultado global de 9-2 tras los dos encuentros no pude ir porque coincidió con la primera final de la Euroliga que jugó el Baskonia contra el Kinder de Bolonia. Pero donde me doctoré como alavesista fue cuando en la mítica final de Dortmund me encargaron seguir a los 5.000 alavesistas que vieron el partido en directo. Mis jefes me situaron a pie de campo, tras la portería en la que al final Geli marcó aquel definitivo y doloroso autogol del 5-4. Era el estreno del llamado "gol de oro" que en realidad fue un gol de mierda para la afición albiazul.
Esta mañana he estado repasando mis reportajes y crónicas de aquellos días. Un equipo de una pequeña ciudad vasca se enfrentaba a un grande de Europa. Siempre que he acompañé al Alavés o al Baskonia en sus viajes aluciné con el comportamiento de nuestras aficiones. Sabemos divertirnos y animar sin provocar incidentes. 3 trenes con 2.000 alavesistas llegaron a Dortmund trs 17 horas de viaje. Al llegar a la ciudad, pudieron comer la paella para 3.000 personas que les prepararon las instituciones alavesas. La plaza de Reinoldik de Dortmund se convirtió en la Plaza de la Vírgen Blanca . Los bomberos de Vitoria recrearon la Bajada de Celedón. Tras aquella derrota que supo a victoria a una afición que 11 años antes veía jugar a su equipo en 3ª división, decenas de miles de personas recibieron a los Héroes de Dortmund en la capital de Euskadi. ¡Aupa Alavés! !Aupa aquel Alavés y aquella forma de entender el deporte! Todo lo que me pasó después me convirtió en hincha del rugby. ¡Viva la melé!
En la tarde del sábado 12 de Julio de 1997 no pude llegar en bicicleta al puerto de Zaldiaran. Me enteré por la radio que habían asesinado a Miguel Ángel Blanco. Me di la vuelta y fui a la sede de RNE en Vitoria para ayudar a los periodistas que estaban de guardia en Euskadi para cubrir lo que pudiera ocurrir después de que se cumpliera el plazo de 48 horas que dio ETA para asesinar al concejal del PP si no se acercaba a Euskadi a los presos de ETA. Fue uno de los asesinatos fruto de la estrategia etarra de "socialización del sufrimiento" avalada por uno de los jerifaltes de Herri Batasuna, Rufi Etxeberria, que hasta el año pasado fue dirigente de Sortu. Tras aquel vil secuestro, las calles de Euskadi dejaron de ser dominadas por ETA y su entorno político. Nadie recuerda en Bilbao una manifestación mayor que la que había pedido la liberación de Miguel Angel Blanco horas antes de su asesinato: concentró a más de medio millón de personas. Fuimos muchos los que descubrimos que l...
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