ANTONIO RIVERA PRESENTA EN EL MEMORIAL DE VÍCTIMAS DEL TERRORISMO LA EXPOSICIÓN “MAGNICIDIOS (DAR EN LA CABEZA)”
Siempre que el historiador Antonio Rivera publica un libro da una conferencia, hay que empaparse del conocimiento inmenso que tiene sobre la Historia Contemporánea. El catedrático de la UPV nos explicó el sentido de la exposición "MAGNICIDIOS (DAR EN LA CABEZA)", que se podrá ver gratis hasta el 5 de enero en el Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo de Vitoria. He aquí la transcripción de su sabia charla sobre lo que se puede ver allí, donde hay objetos tan alucinantes como el fusil con el que ETA apuntó al rey Juan Carlos en 1995 y la pistola usada para asesinar al presidente de España Cánovas del Castillo en 1897. Antonio Rivera arrancó su conferencia así: "Empezamos a trabajar en esta exposición meses antes del atentado contra Donald Trump, por cuya causa hemos tenido que actualizar esta muestra. Atentando contra la personalidad más alta del poder político se infunde más temor, pero los magnicidios atentan también contra quienes están más arriba en materia cultural o religiosa (en el listado se pueden incluir a John Lennon o numerosos Papas que pudieron haber sido envenenados, asfixiados o estrangulados). El magnicida, el terrorista que lleva a cabo esa acción violenta, quiere interrumpir la historia y cambiar el sentido de la misma. En esta materia creo que hay una relación entre casualidad y causalidad. ¿Hasta qué punto el asesinato en Sarajevo en 1914 del heredero del Imperio Austro-húngaro dio lugar a la Primera Guerra Mundial? ¿O acaso coincidió con una situación estructural que estaba a punto de generar aquel gran conflicto planetario?. Éste es un debate interesante. Nos dirige a algo que nos hace acompañar a todos los magnicidios. Ante los que tienen “éxito” y los se frustran surgen movimientos conspiranoicos. El intento de asesinato de Trump se resolvió por fortuna para el expresidente porque el magnicida no acertó en su diana por un centímetro. Eso determina cosas de una manera u otra, pero ello no evita que se desaten los conspiranoicos. Tienen algo que ver con algo que asiste al victimario, al homicida. El magnicida se inviste de autoridad de la comunidad, hace lo que los demás no quieren hacer o tienen miedo. ¿Quien decide asesinar a alguien? Las explicaciones son multicausales.Hay todo tipo de argumentos y causas. El magnicida piensa que es decisión de un solo individuo en concreto que pone en marcha la rotación de una bola de nieve que acabará inundando su país, su continente o el mundo y que cambiará el curso de la historia. Los magnicidas tienen buena prensa: a diferencia de otros tipos de violencia política (recordemos las historias del alcalde de Zalamea y Fuenteovejuna) En las sociedades tradicionales se habla de pacto entre el poderoso y los subordinados al mismo. Eso les protege. Cuando el poderoso se convierte en déspota hay discurso que dice que se legitima y restituye el bien. ¿Casos? Suarez, padre Juan de Mariana, John Locke... El protector se acaba convirtiendo en déspota. Se pretende ubicar en sentido histórico los magnicidios. Empezamos con Julio César. Bruto representaba al Senado Romano que temía que cayese Julio César en la autocracia. Los de abajo tienen una función subalterna pero las sociedades modernas empiezan con regicidios: Carlos I en Inglaterra, Luis XVI en Francia y Nicolás II en Ekaterimburgo para alcanzar la Revolución Bolchevique. Nuestras sociedades contemporáneas nacen de magnicidios con nueva legitimidad del poder que sustituye a los demás. La Asamblea Francesa condenó a muerte al rey Luis XVI y a su esposa María Antonieta a finales del siglo XVIII. Otro caso: en Rusia las oleadas del terrorismo empezaron con nihilistas que empalmaron con cierta tradición del anarquismo. Aquí exponemos las historias de Alejandro II asesinado en Rusia en 1881, el Presidente francés Paul Doumer asesinado por un médico ruso en 1932 y 2 de los 5 presidentes del gobierno español que también fueron víctimas de otros tantos magnicidios. En siglo XX el terrorismo magnicida ha sido un componente más del curso de la historia: . Pancho Villa, Emiliano Zapata, etc... Se acaban juntando las luchas verticales y horizontales. Asociamos los magnicidios con los casos de Kennedy o Sarajevo, pero también puede ser acción de una turba como en las muertes de Gadafi o Ceaucescu. Incluso puede tratarse de un Golpe de Estado interno en Palacio. Para terminar me refiero al récord español de que en sólo un siglo 5 presidentes del gobierno fueron asesinados: Juan Prim, Antonio Cánovas del Castillo, José Canalejas, Eduardo Dato y Luis Carrero Blanco. En esta exposición hemos recordado los contextos y las explicaciones de una y otra parte, sus consecuencias y cómo identificar una tipología tan distinta. Esto no es una cuestión española sino internacional. Respecto al listado de la muestra son todos los que están pero no están todos los que son. La inmensa mayoría de los magnicidios se frustran antes de cometerlos." UN FUERTE APLAUSO PARA MI LÍDER DEL CONOCIMIENTO PROFUNDO DE LA HISTORIA CONTEMPORÁNEA: ANTONIO RIVERA. NO TE PIERDAS SUS LIBROS, SUS CHARLAS Y SUS CLASES UNIVERSITARIAS. AGUR, BEN HUR.
Comentarios
_El magnicida, el terrorista que lleva a cabo esa acción violenta, quiere interrumpir la historia y cambiar el sentido de la misma. En esta materia creo que hay una relación entre casualidad y causalidad. ¿Hasta qué punto el asesinato en Sarajevo en 1914 del heredero del Imperio Austro-húngaro dio lugar a la Primera Guerra Mundial? ¿O acaso coincidió con una situación estructural que estaba a punto de generar aquel gran conflicto planetario?. Éste es un debate interesante._
Hoy en día creo que esa dualidad se da la mano. La historia marxista (sociología) tiene una visión estructural mientras que en el otro lado se habla de grandes líderes, intelectuales, artistas, etc, a veces muy ingenuamente como si aparecieran por generación espontánea y no fueran determinadamente conformados por sus respectivos contextos. Entre medias está algo muy práctico que se hizo en los 60 y 70: asesinar a líderes incipientes en sus inicios para evitar que alcanzaran las instituciones. Muy sonados muchos pero se deduce con facilidad que era más conveniente abortarlos antes de que fueran demasiado notorios y, en lo posible y mucho más fácil, por métodos "blandos". Los métodos blandos van de la mano de la información íntima y de su entorno y de actuaciones "casuales", o sea, infiltrados y métodos indirectos difíciles de detectar (rumores, introducir consumo de drogas, revelar contradicciones, actuar en su familia para sobrecargar a la persona económica o psicológicamente,...). Algo que la _Stassi_ de la RDA elevó a la categoría de ciencia.
"Premagnicidios" al modo de los precrímenes que relataba Philip K Dick.